Tiene mucho tiempo que no escribo pero ya saben como es esto ;D
El dìa de hoy aprovecho para escribirles cobre un personaje al que admiro mucho.
Tristemente para muchos de nosotros, se ha ido ya a donde los pastos son eternamente verdes y los aires eternamente limpios.
Facundo Cabral fue un interprete y compositor Argentino, tiene muy buenas canciones, mi favorita es la de "No soy de aquí ni soy de allá".El día de hoy quiero contarles una historia de su infancia. Un día antes de su nacimiento, su padre se fue del hogar. Su madre y sus otros siete hermanos vivían en casa del abuelo paterno de Facundo Cabral, quien expulsó al resto de la familia. Así Facundo tuvo que nacer literalmente en la calle.
A la edad de 9 años, escapó de su hogar y estuvo desaparecido cuatro meses. Su propósito era llegar hasta Buenos Aires para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, ya que tenía la referencia de que el mandatario "le daba trabajo a los pobres". Después de una larga travesía, transportado por diferentes personas, al llegar a la ciudad capital, un vendedor de la "Feria Franca" le dio la dirección de la Casa Rosada donde se ubicaba el presidente; más aquel señor le dijo enseguida: "Es muy difícil que te atienda, porque los presidentes suelen ser gente ocupada; pero yo leí en el diario que mañana 19 de noviembre va a ir a La Plata porque es el aniversario de la ciudad. Ándate ahí". Así que se fue a La Plata, durmió al costado de la catedral, y al día siguiente Facundo Cabral, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del mandatario y su esposa, Eva Duarte. Cuando un policía lo agarró para retirarlo, el presidente, que estaba saludando hacia ese lado le dijo al policía: -"Déjelo venir"-, e hizo parar su auto descapotable que tenía un estribo al que Facundo se subió de inmediato y conversó con ambos.
-¿Quería decirme algo?-, le habría preguntado el presidente.
-Sí, ¿Hay trabajo?-, respondió Facundo.
En un reportaje en los años 90, confesó que Eva Perón, en ese momento diría la primera "frase ética", que él escucharía en su vida, y que lo acompañaría por siempre:
"Por fin, alguien que pide trabajo y no limosna"
Gracias a esta conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de la familia se trasladara a la ciudad de Tandil.
Aquí pueden leer una moraleja que solía contar cuando cantaba con Alberto Cortez:
las sandalias de Dios
Saludos!
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