Un día me contaba un amigo que vive en las montañas rocosas que las vacas y los búfalos cuando escuchan a lo lejos el ruido de las tormentas y los truenos comienzan a estruendar, reaccionan de muy distinta manera y verá el resultado de tan distinta actuación…
La tormenta avanza generalmente de Oeste a Este y las vacas asustadas comienzan a correr hacia el este tratando de evitar la tormenta, pero su velocidad es menor y la tormenta las alcanza y se sitúa sobre ellas empapándolas y haciendo interminable el recorrido pues sin saberlo avanzan en la misma dirección de la tormenta, por lo que terminan agotadas de correr y no consiguen escapar de ella.
La tormenta es más corta para ellos que para las vacas que siguen corriendo asustadas en la misma dirección sin saber que están perpetuando su angustia.